La comunidad aymara de Chusmiza cuenta con unos treinta
integrantes y se sitúa a más de tres mil metros de altura.
A tres mil metros de altura y tras catorce años de litigio, un puñado de treinta
aymaras de Chusmiza-Usmagama acaba de torcer la historia: en fallo unánime, la
Segunda Sala de la Corte Suprema aplicó por primera vez el Convenio 169 de la
OIT vigente en Chile desde octubre, reconociendo el derecho ancestral sobre el
agua en disputa con una empresa embotelladora que, habiendo inscrito sus
derechos de agua a fines de los ’90, pretendía vender el vital recurso en
botellas.