lunes, 9 de noviembre de 2009

México y Día de los Muertos


MEXICO: Cómo celebramos la muerte del Patrimonio natural y cultural de  Santa Cruz Xoxocotlan. (Fuente: Binigulazaa). Como alguien dijo: los oaxaqueños no le tenemos miedo a la muerte. Por ello será que destruimos nuestro medio ambiente con gran despreocupación, dejamos que se quemen los cerros, cortamos árboles sólo por gusto, cazamos animales silvestres, tiramos basura donde se nos hinche; se pastorean chivos sin control, se invaden terrenos comunales, se crean asentamientos irregulares, sin importarnos un cacahuate el daño que causamos a la ecología, a la comunidad y a las futuras generaciones.

Todas estas acciones son la causa de la carencia de agua potable en el municipio y sus colonias. Creemos que es urgente recuperar el terreno perdido por la deforestación, el pastoreo y la negligencia institucional, poniéndonos a  reforestar especies nativas,  a darles mantenimiento a las presas y a hacer un manejo sustentable de las faldas de los cerros de Monte Albán, para acopiar las aguas de lluvia y recargar los mantos acuíferos del subsuelo municipal.


¿A dónde van las almas de los muertos?
En el México antiguo hay cuatro mansiones donde  van los muertos:

El Chichihuacuauhco, «En donde está el árbol nodriza», es la primera mansión de los muertos. Allí van los niños que mueren sin haber llegado a la edad de la razón. El Tlaloccan «El paraíso», donde van los guerreros que mueren en batalla, las mujeres que mueren durante el parto, así también los que perecen por ahogamiento. El Ilhuicatl tonatiuh , «Lugar de fiesta del Sol», era el cielo del sol, donde van los héroes y heroínas de la historia.

Y el Mictlan, «Lugar de los muertos». Allí van todos los que mueren de enfermedad natural, fueran señores o macehuales, sin distinción de rango o riquezas. Es un lugar amplio, cerrado, oscuro y con nueve estancias. Reinan en esta mansión Mictlantecutli y  Mictlacihuatl, su compañera.

 Mictlantecutli tiene su templo, el Tlaxicco, «El Ombligo de la Tierra», por lo que se creía fuera este lugar la entrada en el centro de la tierra. En Oaxaca, el antiguo palacio de Mitla se erigió sobre la entrada de una profunda gruta, de la que dan testimonio historiadores del siglo XVIII.

Un tortuoso camino para el Mictlan

Para llegar al Mictlan los muertos hacen un largo y penoso viaje.   Primero, auxiliados por un perrillo, hay que cruzar el río Apanoayan. Después, despojado de toda  vestidura, se cruza por entre dos montañas que chocan la una con la otra, y que llaman: Tepeme Monamictía;  Luego pasan por un cerro erizado de pedernales, el Itztepetl. A continuación se atravieza  el Cehuecayan, ocho collados en los que siempre está cayendo nieve. Después se pasan ocho páramos en donde los vientos cortan como navajas, llamados Itzehecayan. Encontrándose después con un tigre que le come el corazón, Teocoylehualoyan. Se cae después en el Apanhuiayo, agua negra en que está el lagarto Xochitonal; por último, se tienen que atravesar nueve ríos, llamados Chiconauhapan.»

Por ello, cuando alguien moría, los maestros de las ceremonias mortuorias,  vestían  al difunto, de acuerdo a la divinidad protectora del oficio que realizó en vida. Se le acompañaba con un jarro de agua para el viaje y les ponían unos pedazos de papel, explicándole el uso que debía hacer de ellos.

Los  salvoconductos para el Mictlan

Al darles el primer papel, el maestro de ceremonia le decían al muerto: con esto pasarás sin peligro entre los dos montes que están peleando. Al darle el segundo papel le decían: con este caminarás sin estorbo, defendido de la gran serpiente. El tercer papel le decían: Con este irás seguro por el pantano del gran cocodrilo Xochitonal. Los papeles eran salvoconductos para cruzar los obstáculos antes de llegar al Mictlan. Para preservarlo del frío del lugar quemaban algunos vestidos, sus armas y algunas provisiones. Mataban un perrito doméstico para acompañar al difunto en el viaje, con una cuerda atada al cuello lo ayudaba a cruzar el profundo río Chiconauhapam. Por último quemaban el cadáver, recogían en una olla las cenizas y entre ellas ponían una cuenta de jade, que le había de servir de corazón en el otro mundo. Enterraban la olla en un hoyo hondo y se hacían oblaciones de pan y vino durante cuatro días. Cuando eran enterrados en tumbas, generalmente se colocaban en posición extendida, bocarriba y la cuenta de jade se le colocaba en la boca. Se le acompañaba de ofrendas, urnas y objetos de uso ceremonial y

Importancia del agua en la Fundación del Antiguo Xoxocotlan

En 1982 se publica un estudio sobre un sistema de riego descubierto al sureste del pie de Monte Albán. El sistema hidráulico se conformó por una presa y una canal de 2 kilómetros de longitud.

Esta obra surtía de agua a un asentamiento humano, fundado en la época de M. Albán Ia (500 - 300  años  a.C.), el cual creció hasta tener una población de 250 habitantes alrededor del año 200 a.C., período en el que cultivaron cerca de 50 hectáreas de milpa. Estos datos, nos muestran la importancia que el gobierno de aquel entonces, le dio al manejo y aprovechamiento del agua  para uso agrícola y  humano, en la fundación.

El manejo eficiente del agua y sus afluentes, permitió las condiciones para la fundación de Xoxocotlán, comunidad, ligada estrechamente a Monte Albán,  acrópolis del primer Estado  mesoamericano.

Ecoturismo Comunal El Chapulín A.C.

Nos proponemos desarrollar en coordinación con el Comisariado de Bienes Comunales, apoyados por organismos gubernamentales y civiles, proyectos y planes dirigidos a restaurar el ecosistema del área, favorecer el acopio y recarga de agua en los mantos del subsuelo municipal.

Se han realizado diagnósticos con instituciones académicas y especialistas de la sociedad civil, con el propósito de sustentar los proyectos posibles de desarrollar.

Se han reforestado, principalmente lechos de arroyos, cañadas y zonas de húmedad, alrededor de 17 mil arbolitos de especies nativas, en el 2008 y el presente año, con el apoyo de alumnos y autoridades escolares.

Se ha desazolvado las 2 presas (el Chapulín y la Rota), pero requieren mantenimiento y reforzar sus bordos. Se han colocado letreros.

Se promueven Talleres Ambientales y senderos interpretativos con las escuelas  del municipio.

Dos vertientes culturales de veneracion a los muertos

En la celebración del día de muertos en Santa Cruz Xoxocotlán, como en casi toda Oaxaca, se funden dos importantes tradiciones religiosas. La tradición cristiana, traída por los españoles, que resultó de las mezclas de las religiosas europeas preexistentes, de origen celta, indoeuropeo y germano, incorporadas después del siglo IV de nuestra Era, al catolicismo de Roma.

La otra gran vertiente proviene de la espiritualidad mesoamericana. Se practicó entre pueblos de diferentes lenguas y origenes; se guiaron por un calendario antiguo de fiestas. Se componía de 18 meses o atados de 20 días cada uno. En el atado llamado Miccailhuitl o Miccailhuitontli, «Fiesta o Fiestecita de los Muertos» se veneraba a los niños muertos y bailaban con gran tristeza», también se conoció como Tlaxochimaco «Se dan flores» y se iniciaban el 8 de agosto. Su signo era un cadáver amortajado. La fiesta en la que se consagraban a los muertos adultos, según Diego Durán se llamó  Hueymiccailhuitl «Gran fiesta de los Muertos», la cual se iniciaba el 27 de agosto.

Con la consumación de  la conquista española, la fiesta indiana de los muertos se trasladó al mes de noviembre. La celebración traída por los españoles, atribuye su origen, al obispo  Bonifacio IV, en la provincia de Maguncia, Alemania en el siglo VIII, quien instituyó el culto a los difuntos, iniciando la festividad el 1 de noviembre. Sin embargo ésta costumbre ya existía en Europa y fue introducida por los celtas 300 años antes de Cristo, la cual dio origen a los halloween.

Herederos de las mejores tradiciones

Los historiadores mencionan que entre los pueblos europeos precristianos existía la costumbre de llevar a los cementerios pan, vino y otros alimentos. En las provincias de Italia, los templos antiguamente paganos, ahora bajo el catolicismo, continuaban siendo concurridos por el pueblo en estas festividades. Por lo que en el año 998, la iglesia las incorpora  oficialmente, para celebrar las  almas de los fieles difuntos. En Francia, en el siglo XII, el benedictino Odilón abad de Cluny, introduce en  la liturgia una celebración anual dedicada a los muertos cada 2 de noviembre.

La fusión de estas dos grandes tradiciones culturales de veneración de los muertos, alimentada y recreada a través de cientos de años, por muchas generaciones de familias de la comunidad de Xoxocotlán, hoy las vemos representadas en los esplendidos altares de ofrendas, el exquisto petlatamal y otras comidas ceremoniales, el arreglo de las tumbas y la noche de vela en el panteón, así como la elaboración de los  tapetes de arenas de colores, pero sobre todo en la disposición y animosidad del pueblo para recibir y celebrar la visita de sus fieles difuntos.

Entonces qué…

En conclusión, podemos afirmar que si no nos preocupamos ahora y hacemos algo para revertir el daño causado a la naturaleza, en acciones; ya sea desde nuestra casa, colonia o campos comunales, pues en poco tiempo ya no habrá gente que nos recuerden y celebren la fiesta de los difuntos que en vida fuimos unos depredadores rapaces e indiferentes del presente y el devenir.

Santa Cruz Xoxocotlan, Oaxaca. Octubre de 2009.

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